Flores de calabacín, primavera en la mesa
Estamos en el mes de las flores, así que ¿por qué no incluirlas también en nuestra cocina? Es una forma de sofisticar un menú para recibir en casa y llevar la primavera a la mesa. Las flores de calabacín sirven a la perfección para este propósito. Son delicadas y muy vistosas, además de fáciles de adquirir, ya que las podéis encontrar de forma habitual en fruterías gourmet o, en su defecto, encargarlas a vuestro frutero, que seguro que os las traerá sin mayor complicación.
Cocinar la flor de calabacín no es tan difícil como podría parecer, tan sólo requiere de que dispongáis de tiempo suficiente para que disfrutéis elaborando este plato en vuestra cocina. Para realizar esta receta para cuatro personas necesitaréis 8 flores de calabacín, 300 gramos de bacalao, una cebolla grande, 40 gramos de pasas, una pizca de estragón, sal y pimienta, 50 gramos de harina, 1 huevo, 100 mililitros de caldo vegetal, aceite de oliva virgen extra, mahonesa ligera y hojas tiernas de ensalada.
La vichyssoise, una cocina de entretiempo
Nos gusta la cocina de entretiempo, esos platos que ya no tomamos calientes, pero que tampoco apetece aun tomar excesivamente fríos. Son recetas que nos ayudan a aclimatarnos y adaptarnos a las nuevas temperaturas y que introducen esas novedades de las que nos gusta disfrutar en la mesa, siempre en consonancia con cada estación del año.
La vichyssoise es uno de esos platos de entretiempo que mejor encajan en esta época. Su preparación es muy sencilla y el resultado es delicioso, por eso es un primer plato perfecto para cualquier comida o cena. Si tenéis oportunidad de prepararlo con ingredientes ecológicos, tendréis una receta saludable y con un sabor auténtico. ¿Queréis saber cómo la preparamos en nuestras clases de cocina? Os lo contamos a continuación.
Cómo hacer un huevo poché
Hacer un huevo poché es algo muy sencillo. Su nombre en francés significa “escalfado” y la diferencia con nuestros huevos escalfados de toda la vida es que podemos perfumarlos. Elaborar huevos escalfados, tal y como los hacemos en la cocina española, consiste en poner el huevo crudo, sin cáscara, en una cazuela con abundante agua hirviendo y un poco de vinagre para que coagule más rápidamente. En cambio, el huevo poché lo elaboramos poniendo el huevo crudo encima de un film transparente y cerrándolo a modo de saquito. Al hacerlo así lo podemos aromatizar con aceite, pimentón, trufa, albahaca, orégano, romero o cualquier otra especia que os guste.
Los huevos poché son estupendos para tomar como desayuno, como una cena ligera o como complemento de un buen brunch. Por ejemplo, sería una buena idea poder prepararlos en los desayunos de fin de semana y disfrutar de ese momento relajadamente para comenzar el día de la mejor manera. Si los preparáis para la cena, también es una maravillosa opción, ya que en tan sólo unos minutos podéis elaborar un plato ligero pero con muchas cualidades nutricionales.