La sopera es uno de los utensilios que mejor representa el hogar. En sí misma es como una casa, cuyo interior guarda el calor y se cierra con un “tejado” a modo de tapadera. También nos trae a la memoria imágenes de esos momentos especiales sentados a la mesa, donde comer no es algo rápido, mecánico y sin sentido, sino que es el tiempo que dedicamos a recreamos y a disfrutar con las personas que nos acompañan para compartir una deliciosa comida o cena. En The Home Academy tenemos especial predilección por las soperas, ¿queréis saber algo más de ellas?
La sopera es ese recipiente amplio y con profundidad donde podemos presentar sopas, caldos, cremas frías o calientes, guisos o ponches. Si la ponemos en el centro de una mesa bien vestida, será sin duda la protagonista y objeto de todas las miradas. Sin embargo, también puede convertirse en una de las piezas más interesantes en buffets y mesas para brunchs. En ella, por supuesto que podéis poner sopas o cremas, pero también, por el carácter más informal de estas mesas, podéis utilizarlas para servir en ellas cookies, magdalenas, chips de vegetales o ensaladas. De esta forma salen a escena en muchas ocasiones en los eventos para empresas y cursos que organizamos en The Home Academy.
Las soperas, normalmente se elaboran en loza, cerámica o porcelana y en el mercado las hay de distintos diseños y estilos. Se puso de moda en los siglos XVII y XVIII en las cortes europeas inspirándose en modelos de Oriente. Sus diseños han ido moviéndose entre lo práctico, lo sofisticado, lo artístico y lo decorativo. En The Home Academy apreciamos especialmente aquellas que son familiares, que han pasado de generación en generación, que han sido “testigos” del ritmo y vivencias de una casa.
El uso y cuidado de una sopera es sencillo. Si vais a poner en ella una sopa o cualquier otra receta caliente, al igual que ocurre con las teteras, es conveniente calentar previamente el interior con agua bien caliente. Si el interior de la sopera está caldeado, ayudará a que nuestra sopa o preparación no se enfríe al trasvasarla de la cazuela a la sopera.
A la hora de mantener limpia y cuidada esta pieza de la vajilla, si la sopera es antigua, está pintada o decorada con oro o plata, os recomendamos lavarla siempre a mano con un detergente y esponja suaves, y después, aclararla con abundante agua limpia. Si se trata de una pieza actual y sin este tipo de decoraciones más delicadas, podéis lavarla con total tranquilidad en el lavavajillas.
En el caso de que tengáis una sopera antigua o que salga poco a escena en vuestras mesas, es posible que amarillee. Si os sucede esto, podéis aclarar las manchas de forma sencilla frotándolas con agua tibia y limón. Por otro lado, si vuestra sopera tiene alguna rotura o desperfecto, aunque sea pequeño, lo idóneo será retirarla del uso habitual, sin embargo, no os desprendáis de ella, en lugar de utilizarla en la mesa siempre podéis usarla con un fin decorativo o de ambientación para el hogar, por ejemplo, poniendo flores o plantas dentro y creando con ella un rincón especial en vuestra casa.
Si no tenéis sopera, os animamos a haceros con una, quizás, aquella que vuestras abuelas o madres usaron en su día pero que ya no utilizan, o bien puede que os apetezca comprarla en alguno de los mercadillos o anticuarios que tengáis cerca del lugar donde vivís o en alguna tienda especial de la ciudad a la que viajéis. Sin duda será un apoyo e inspiración para sentir más vuestro hogar, para sentiros homelovers.