Si en alguna ocasión tenéis que reunir a muchos invitados en casa, la fórmula “comida o cena-buffet” es más que recomendable. Os damos algunas ideas para organizar esta forma desenfadada de recibir en casa que empezó a ponerse de moda en los locos años veinte.
Una comida o cena-buffet permite a los invitados relacionarse entre ellos, escoger lo que más les guste y sentirse en un ambiente relajado y agradable. Para los que actuemos como anfitriones, preparar un buffet requiere de planificación y también de algo de imaginación. Os damos algunas ideas para que triunféis.
Planificar es el mayor secreto: Coged un cuaderno y un lápiz y apuntad todos los preparativos: listado de invitados, menú, lista de la compra, días que cocinaréis las recetas, menaje, espacio y muebles de los que disponéis…
El orden importa: Es esencial que el buffet sea armonioso. Para ello, debe haber un orden. Lo primero que pondremos al inicio del buffet serán las bebidas y aperitivos de bienvenida. Seguidamente, una mesa donde dispondremos el menaje (platos, cubiertos, servilletas, pan…). Al lado podéis colocar las distintas preparaciones saladas y para finalizar, dedicaremos un espacio a los postres junto con el cava o el champán. Del mismo modo, será imprescindible contar con una mesa de apoyo donde los invitados puedan ir depositando los platos, cubiertos y vasos utilizados.
La decoración, el valor añadido: El buffet permite buenas dosis de creatividad y para su ambientación podéis apoyaros en los elementos naturales de cada estación (frutas, flores, hojas, velas, minerales…) todo ello potenciará la estética de vuestro buffet. Igualmente, atreveos a mezclar vajillas, cristalerías y manteles de distintos materiales y colores, os sorprenderá el efecto tan interesante y atractivo que podréis crear.