Una casa con aroma a chocolate
Encender el horno en esta época del año puede ser una de las formas más apetecibles de “hacer” hogar. El calor y los aromas se adueñan de nuestra cocina; esperar a que se hornee nuestra receta mientras leemos un libro nos hace sentirnos en casa y si el olor que despierta nuestros sentidos es el de una tarta de chocolate ¿qué más podemos pedir?
Una tarde de buñuelos en casa
Cada año, por estas fechas, los obradores y escaparates de las confiterías se llenan de buñuelos de viento. Tomarlos en casa en la sobremesa o una tarde para merendar en buena compañía son ocasiones estupendas para disfrutar de estos pequeños bocados.
Crema de Calabaza para recibir el frío
Estamos en otoño y pensar en la preparación de cremas calientes para la comida o la cena nos hace sentir, especialmente, el abrigo del hogar. Este tipo de platos son de lo más reconfortantes cuando llega el frío. Servirlos en bonitos cuencos, que además nos permitan calentar nuestras manos mientras los tomamos, es símbolo de interior, calor, bienestar. Es, quizás, el plato que más se identifica con los sentimientos positivos que nos genera nuestro hogar.