No hay nada como que la casa se vaya mimetizando con las estaciones del año. Cada estación tiene sus particularidades y nos brinda un modo especial de vivir nuestra relación con el hogar. El otoño y el invierno son las estaciones más propicias para el disfrute del calor y bienestar en la casa. Es cuando tenemos más necesidad de que todo esté en armonía, de que la casa nos reciba con gesto amoroso, de que todo tenga un ritmo y un orden.
Por eso, el otoño es el mes más propicio para organizar armarios y habitaciones y preparar la casa para un recogimiento que se hace necesario para equilibrar la oscuridad y frío de los días. Es por eso que las sopas o las bebidas calientes empiezan a reclamar su espacio en la cocina y que pequeñas velas y puntos de luz cálida buscan su lugar en algunos rincones de la casa. Es la temporada en la que sentimos ganas de reencontrarnos con el horno y cocinar deliciosos bizcochos o magdalenas. Y es que hay infinidad de maneras de sentir el otoño en el hogar. En The Home Academy nos gusta vivirlo a través de estos detalles:
Ambientación Natural: Dejad que el otoño entre en vuestra casa. No dudéis en dar un paseo por el campo y recoged alguna rama, hojas o frutos de estación. Con pequeños detalles, podréis generar bonitas decoraciones para el recibidor, el salón, los baños o la cocina.
Encender velas y farolillos de papel: ¿Por qué tendrán tanto encanto las velas en una casa? Es un pequeño símbolo del calor del hogar, da paz y tranquilidad e invita a vivir en modo slow. Por eso, pon de vez en cuando pequeñas velitas en espacios de la casa donde vayas a estar, puede ser en el salón, en la cocina o en el baño. También tiene mucha belleza recibir en casa con velas encendidas en la entrada. Si tenéis niños, cread momentos especiales para encender velas. Podéis hacer con ellos farolillos de papel, son tremendamente sencillos y si los encendéis mientras leéis un cuento con ellos os aseguramos que el momento puede ser de lo más mágico.
Hacer de la casa el lugar más cálido: Es el momento de sacar alfombras, preparar zapatillas calientes para estar por casa y sacar a escena las prendas de lana (mantas para los sofás, echarpes, jerséis y calcetines con los que encontrarse cómodo en el hogar)
La cocina, caldeada: no hay nada mejor en un día de frío que una cocina en plena ebullición. Animaos a preparar cremas, sopas o los guisos que siempre habéis tomado en vuestras casas familiares. Encended el horno y preparar deliciosos panes y tartas, vuestra casa olerá a hogar.
Recibir en tardes frías: La oportunidad de reunir a las personas que más queréis en vuestra casa es única. El otoño da pie a recibir en casa y preparar ricas meriendas mientras se disfruta de una animada conversación.
Vivir con intensidad la infancia de los hijos: Si tenéis niños en casa, aprovechad las estaciones frías para hacer con ellos galletas o masas de pan. Les encanta crear con sus manos y si son sus padres quienes les acompañan para ellos la felicidad es completa. Cread momentos distendidos con ellos en los que juguéis a algún juego de mesa o hagáis algún pequeño taller en casa. No lo olvidarán.
Encontrar momentos para uno mismo: Es fundamental. Cread vuestro rincón especial en la casa para leer, meditar, hacer yoga o simplemente encontrar ese momento de calma y relajación que necesitáis.
Perfumar con aromas naturales que aportan calor: No olvidéis perfumar la casa con aceites esenciales naturales. A nosotros nos encanta Döterra. Podéis escoger esos aromas a naranja o a especias y aromáticas que entre sus cualidades están las de aportar calor: el clavo, el tomillo…Con cada uno de estos gestos os sentiréis todavía más “en casa”.