El dormitorio es nuestro lugar de descanso y donde creamos nuestros sueños. Siempre deberíamos intentar que se mantuviera recogido y ordenado, para que realmente fuera un espacio donde encontrar calma y relax. La primavera es el momento ideal para hacer una limpieza en profundidad y renovar la atmósfera de esta habitación, así que si os animáis a sacar tiempo para poneros con ello os contamos la forma adecuada de hacerlo.
Para acometer la limpieza del dormitorio de forma ordenada, lo primero que debéis hacer es quitar cortinas, visillos o estores y ventilar bien. Después se comienza a limpiar el techo y las paredes, sin olvidar rincones y zócalos. El modo más fácil de hacerlo es con la ayuda del aspirador, un plumero o un cepillo cubierto con un paño. Estos utensilios permitirán retirar el polvo o pequeñas telarañas que se hayan formado durante el invierno.
Mientras tanto, será el momento de lavar cortinas, mantas, edredones, cojines y fundas. Observad cuál de ellas podéis lavar en la lavadora a la temperatura y programas adecuados y cuáles deberéis llevar a la tintorería. Una vez lavadas estas prendas de hogar, las guardaremos en bolsas de plástico lo más recogidas posible para que ocupen poco espacio y estén bien almacenadas durante los meses de calor.
También será el momento de limpiar a fondo las ventanas. La manera adecuada de hacerlo es con agua jabonosa y vinagre, con ella repasaremos marcos y cristales por dentro y por fuera que luego secaremos con bayetas especiales para cristal.
Las lámparas y bombillas son otros elementos que deberán quedar limpios. Para ello, siempre con la luz apagada, pasaremos un plumero y después un paño húmedo. Si las lámparas son de cristal (como las de araña) la forma más adecuada de limpiarlas es con unos guantes de algodón humedecidos repasando cristal por cristal.
Lo ilusionante de la limpieza de primavera es que también podéis aprovechar para dar otro aire estético al dormitorio, quizás cambiando el color de las paredes o moviendo los muebles de sitio, sobre todo si durante el verano creéis que van a recibir el sol directo. Para limpiar los muebles del dormitorio adecuadamente, debéis fijaros muy bien en el acabado (cera, barniz, laca, sin tratar….) de esta manera sabréis qué producto es el más adecuado para limpiarlos, sin olvidar la parte trasera y de debajo de cada mueble.
La puesta a punto de la cama también es muy importante. Para ello, lo primero que debéis hacer es retirar el colchón para aspirar bien el canapé o el somier y volver a ponerlo dado la vuelta, esta es una de las maneras de conseguir que el colchón os dure en mejor estado durante más tiempo. Después, quitad las fundas del colchón y de las almohadas para lavarlas y ponerlas de nuevo limpias. Para vestir la cama, poned sábanas limpias y una colcha ligera de colores acordes con la primavera y el verano, de este modo, tanto al tacto como a la vista nos transmitirá frescor.
Si no lo habéis hecho antes, podéis aprovechar para realizar el cambio de armario en vuestros armarios o canapés. Para ello, sacad todas las prendas, aspirad bien el interior de ambos espacios y pasadle un paño húmedo para recoger bien el polvo. Revisad si hay prendas que ya no queréis conservar, guardad lo que consideréis que es de temporada y almacenad el resto bien colocado en cajas etiquetadas o en bolsas al vacío para ahorrar espacio hasta la temporada siguiente. Para terminar, no olvidéis perfumar el interior de los armarios con esencias naturales, lavanda, enebro o el palo santo.
Por último, para limpiar adecuadamente los suelos, es muy importante que comprobéis el material del que están hechos. Si son de madera o de mármol, una vez aspirados, pasad una mopa llegando bien a los rincones. En el caso de que haya manchas, limpiadlos con un paño húmedo muy escurrido. Si los suelos están impermeabilizados, tan sólo hará falta pasarles la fregona. Y disfrutad de vuestro dormitorio preparado para la primavera y el verano.