En los meses de primavera y verano es un gusto ventilar la casa. En las primeras horas de la mañana conseguimos no sólo purificar el aire, sino refrescar nuestro hogar y mantenerlo a menor temperatura que la del exterior si bajamos toldos y persianas. Sin embargo, a este hábito de ventilar debemos dotarle de constancia todo el año, incluido el invierno, fundamentalmente en los dormitorios. El dormitorio es la zona de la casa que más necesita renovar el aire, ya que durante la noche se genera mayor concentración de CO2 que es esencial eliminar si queremos que esta estancia de la casa esté en condiciones óptimas para nuestro descanso y salud.
Como ya os hemos contado en otras ocasiones, la mejor forma de ventilar es con la ventilación natural de aire cruzado, esto significa que si tenéis un dormitorio enfrente de otra habitación sería recomendable que abráis a la vez las ventanas o balcones de ambas habitaciones, de este modo conseguiréis crear una corriente que hará muy eficaz vuestra ventilación.
El tiempo de ventilación de una estancia debería oscilar entre 10, 15 o 20 minutos para que logréis renovar el aire. En el caso de que en alguno de los dormitorios haya alguna persona enferma es muy importante ventilar de forma regular, de esta forma evitaréis que el ambiente esté cargado y le proporcionaréis bienestar.
En los dormitorios, igual de importante es ventilar las camas. Para ello, a la vez que ventiláis diariamente, es conveniente echar las sábanas, mantas o edredón hacia atrás, quitar las almohadas y dejar así la cama durante el tiempo que dure la ventilación de la habitación. Pasado este tiempo, en el momento de hacer la cama conviene también sacudir las sábanas para ayudar a terminar de ventilarla.
Por otro lado, es recomendable que las sábanas se cambien al menos una vez a la semana, para ello, pensad qué día de la semana os viene mejor hacer este cambio y poned sólo una colada con sábanas. El día que hagáis el cambio de sábanas, es bueno que dejéis la cama sin hacer durante más tiempo y con la habitación ventilándose, con esto conseguiréis que el colchón se ventile adecuadamente. Igualmente, para que el colchón os dure más tiempo en buen estado, no olvidéis girarlo periódicamente, poniendo la parte de los pies donde hasta ahora poníais las almohadas, así como darle la vuelta.
Si vais haciendo este tipo de mantenimiento al dormitorio, sentiréis que vais a descansar en un lugar más saludable y os invitará a pasar más tiempo en él relajándoos o leyendo un libro al final del día.
Por otro lado, si tenéis en el dormitorio ventiladores o aire acondicionado, recordad que éstos deben estar en el lugar contrario a la ventana para facilitar la función de ventilación.
Si además os gusta perfumar el dormitorio, os recomendamos que lo hagáis con esencias naturales, aportarán fragancias delicadas, duraderas y libres de químicos. Por ejemplo, podéis usar aceites esenciales. Los aceites esenciales son compuestos aromáticos que se encuentran en flores, tallos, semillas, raíces, cortezas y otras partes de las plantas. Sus excelentes cualidades aromáticas pueden hacer que vuestro dormitorio huela a flores frescas, a cítricos o a lavanda. Además, los aceites esenciales no sólo tienen la capacidad de aromatizar y perfumar un espacio, sino que, según sus propiedades, pueden mejorar el ánimo, relajar o despertar emociones, sentimientos y pensamientos positivos. De los aceites esenciales que hemos probado en The Home Academy os recomendamos los de la marca Döterra que trabaja con esencias provenientes de cultivo ecológico. Estos aceites los podéis usar poniendo unas gotas en un vaporizador con agua.