Ya sabéis cuánto apreciamos la ambientación natural para la casa. Es algo que nos conecta con la Naturaleza y con las estaciones del año. Por esta razón, hay un arte floral que nos ha cautivado, así como la forma tan delicada que tiene de realizarlo nuestra apreciada Midori. Os hablamos del Ikebana.
Esta disciplina japonesa, parece sencilla, pero hay todo un trabajo interior y meditativo mientras se realiza. Es un verdadero abrazo entre el ser humano y la Naturaleza y mucho más que una mera decoración floral, es un arte. La Naturaleza tiene su propio ritmo y orden. Comprender esto es el primer paso para dejarse envolver por el Ikebana. Después, la clave está en buscar la armonía en la composición.
Los elementos del Ikebana están llenos de vida: ramas, hojas, flores, plantas, frutos, agua. También son necesarios una base con algo de profundidad y un kenzan, una pequeña pieza de metal con puntas en la que ir realizando este particular arreglo floral.
El Ikebana, es una actividad que hemos realizado en sesiones de “team building” y “networking” con empresas y que, seguro, en un futuro próximo, formará parte de nuestra oferta de cursos en The Home Academy.
Muchas de las personas que practican el arte del Ikebana sienten su valor espiritual. La persona encuentra calma, aprende el significado del “aquí y ahora” y es capaz de apreciar las cosas que, en la Naturaleza, a priori, podrían parecer insignificantes. Nos hace ser pacientes y tolerantes con las diferencias. El Ikebana puede inspirarnos para encontrar la belleza en otras formas de arte y siempre contribuye a sacar lo mejor de nosotros mismos.