Cómo cuidar y almacenar los útiles de limpieza
Los productos y útiles de limpieza son esenciales en el cuidado de nuestras casas. Gracias a ellos conseguimos baños relucientes, suelos brillantes y ventanas cristalinas, así que ¿por qué no cuidarlos adecuadamente para que sigan contribuyendo al bienestar que nos proporciona un hogar limpio y recogido? Para tener la casa limpia no es necesario acumular demasiados productos y utensilios de limpieza. En alguna ocasión os hemos hablado de que es posible simplificar los productos de limpieza sin restar eficacia. De hecho, con un limpiador multiusos, un jabón neutro, vinagre de limpieza y bicarbonato es más que suficiente para atender las necesidades de limpieza de nuestro hogar. En cuanto a los útiles, los básicos son un par de fregonas, un cubo, una escoba y un recogedor, bayetas de distintos colores, un plumero y, si consideráis que lo necesitáis, un aspirador. Pero tan importante es contar con los útiles adecuados como almacenarlos limpios y en perfecto estado para acometer las limpiezas de nuestra casa con los mejores resultados. Os contamos cómo cuidar de estos utensilios para que les podamos sacar el mayor partido.
Cómo guardar las alfombras en verano
Las alfombras son un básico en muchas casas durante la temporada de otoño-invierno. Es la forma de hacer más confortable y cálida una habitación, ya sea un salón, un cuarto de estar o un dormitorio. Nos transmiten acogida y bienestar y son las aliadas especiales de los niños para que jueguen o se sienten a leer en los meses de frío y también donde los hijos adolescentes pueden reunirse a charlar con sus amigos en casa. Sin embargo en verano preferimos prescindir de ellas para refrescar los suelos en los días calurosos, sobre todo si las alfombras son de lana de pelo largo. Normalmente, la retirada de alfombras coincide con la limpieza de primavera, pero si este año os habéis alargado más de la cuenta os contamos cómo guardar las alfombras durante el verano de una forma adecuada hasta que llegue el momento de ponerlas de nuevo.
Consejos para ventilar el dormitorio
En los meses de primavera y verano es un gusto ventilar la casa. En las primeras horas de la mañana conseguimos no sólo purificar el aire, sino refrescar nuestro hogar y mantenerlo a menor temperatura que la del exterior si bajamos toldos y persianas. Sin embargo, a este hábito de ventilar debemos dotarle de constancia todo el año, incluido el invierno, fundamentalmente en los dormitorios. El dormitorio es la zona de la casa que más necesita renovar el aire, ya que durante la noche se genera mayor concentración de CO2 que es esencial eliminar si queremos que esta estancia de la casa esté en condiciones óptimas para nuestro descanso y salud.
Como ya os hemos contado en otras ocasiones, la mejor forma de ventilar es con la ventilación natural de aire cruzado, esto significa que si tenéis un dormitorio enfrente de otra habitación sería recomendable que abráis a la vez las ventanas o balcones de ambas habitaciones, de este modo conseguiréis crear una corriente que hará muy eficaz vuestra ventilación.