El pisto es un plato que, según la zona de España en la que nos encontremos, se hará de una forma u otra, pero lo que sí es cierto es que es una receta maravillosa como complemento de huevos, carnes o pescados. Con la llegada del calor, en muchas casas de hace unas décadas, el pisto se elaboraba por la mañana y se dejaba reservado para tomarlo después a temperatura ambiente a la hora de la comida o de la cena. Os animamos a elaborar esta receta que seguro que incluiréis en vuestros menús semanales para tomar en casa o llevar al trabajo.
Para hacer el pisto necesitaréis una berenjena, un calabacín mediano, una cebolla grande, un kilo de tomates frescos o en conserva, sal y azúcar, éste último si necesitáis rebajar la acidez del tomate.
Para completar este plato, os sugerimos que hagáis unos chips de berenjena y unos filetes de sardinas empanados. Para los chips de berenjena necesitaréis una berenjena, aceite de oliva virgen extra y sal gruesa. Y para las sardinas, ocho sardinas limpias, y sin la espina central, sal y pimienta, dos huevos batidos y 150 gramos de pan rallado.
Lo primero que tendréis que elaborar será el pisto. Para ello, pelad los tomates escaldándolos para que podáis quitar la piel con mayor facilidad. Una vez pelados, troceadlos y ponedlos en una sartén con un fondo de aceite virgen extra para que se hagan a fuego medio alto con un poco de sal y azúcar.
Mientras el tomate se va haciendo, lavad las berenjenas y cortadlas en dados poniéndolas en un recipiente con sal gruesa durante unos minutos, de esta forma perderá su amargor. Después, lavad y cortad en trozos el calabacín y la cebolla, retirad la sal de la berenjena pasándola por agua fría y secándola con un paño limpio o con papel de cocina. Una vez hecho esto, poned todas las verduras en una sartén con un fondo de aceite para que se vayan haciendo.
En cuanto comprobéis que las verduras están al dente, será el momento de añadirlas al tomate ya hecho, mezclarlo todo y dejar que se cocine junto durante 3 minutos. Pasado este tiempo, reservad el pisto en una fuente para que se vaya atemperando.
Para elaborar los chips de berenjena, tendréis que cortar las berenjenas en láminas finas con ayuda de una mandolina y realizar la misma operación de poner sal gruesa y dejar reposar en un colador unos 10 minutos, lavar después con agua fría y secar con un paño. Después, poned una sartén al fuego con una abundante cantidad de aceite y cuando esté bien caliente freíd las berenjenas en tandas, sacadlas y dejadlas escurrir sobre papel de cocina absorbente.
Una vez que ya tengamos el pisto y los chips de berenjenas, ya sólo queda elaborar las sardinas empanadas. En primer lugar, les ponemos sal y pimienta, las pasamos por huevo batido y a continuación por pan rallado y las freímos en aceite caliente hasta que estén bien doradas y crujientes. Cuando estén fritas se van sacando a un plato con papel de cocina para que absorba el aceite de la fritura.
Para acabar de redondear esta receta, os recomendamos que os hagáis con un buen pan de tahona, puede ser de centeno o pan blanco, pero lo importante es que sea de buena calidad. Si tenéis tiempo y disfrutáis con ello, no dudéis en elaborar vuestro propio pan en casa, no sólo hará que este plato único sea más que especial en la mesa, sino que vuestra casa tendrá un verdadero aroma a hogar que os reconfortará.