Cuántos bizcochos maravillosos se han arruinado en el momento de desmoldarlos. Hoy os contamos cómo preparar los moldes para desmoldar los bizcochos con facilidad sin sorpresas de última hora. ¿Nos acompañáis?
Tenéis varias formas de preparar los moldes. La más habitual es pintarlos con mantequilla fundida o aceite, de forma que cubráis toda la superficie, después se añade harina para que quede adherida a la mantequilla cubriéndola con una fina capa. Para quitar el exceso de harina, tan sólo tendréis que dar la vuelta al molde y golpear ligeramente.
Otra forma de preparar moldes es forrándolos con papel de hornear. Tan sólo tendréis que recortar el papel siguiendo la forma del molde, primero la base y luego las paredes. Seguidamente tendréis que ajustarlas al molde. Si lo que queréis hornear tiene que estar mucho tiempo en el horno, como ocurre con las tartas de frutas, os recomendamos que pongáis doble papel, así os aseguraréis que no se queme.
Una vez horneada la preparación, notareis que el borde del bizcocho se ha separado del molde, dejadlo entonces reposar unos 15 ó 20 minutos antes de desmoldarlo, pasado este tiempo ya podéis sacarlo del molde y dejarlo enfriar sobre una rejilla.
Para que los moldes os duren más tiempo, limpiadlos bien, en la mayoría de los casos no es necesario fregarlos, simplemente se limpian con papel o un paño de cocina, y guardadlos apilados con una lámina de papel de cocina entre ellos, esto hará que evitéis durante más tiempo que vuestras preparaciones se peguen. Por último, os aconsejamos que no utilicéis los moldes de hacer dulces para preparaciones saladas, en ocasiones pueden quedan olores por más que los limpiéis. Si seguís estos consejos, seguro que ningún bizcocho se os resistirá, ¿os animáis a probar con esta receta de bizcocho de zanahoria?