Las tardes de otoño y de invierno, con ese oscurecer tan característico, son auténticas oportunidades para crear una atmósfera especial en el hogar. Este ambiente cálido y agradable lo aportan recursos tan sencillos como pequeñas velas o farolillos. Ellos hacen que nuestra casa se convierta en ese lugar acogedor que todos buscamos y necesitamos para sentir calma y equilibrio.
Para recrear una atmósfera especial con velas, buscad pequeños tarritos de cristal, platitos o tazas donde poner velas de té. También podéis comprar velas flotantes para colocar en sencillos recipientes de cristal con un fondo de agua. Éstas últimas son ideales para iluminar de forma delicada los cuartos de baño y crear un ambiente propicio para el relax. Recordad que el baño puede ser nuestro spa particular y que tanto las esencias naturales, la temperatura como la iluminación van a contribuir a mejorar nuestra sensación de relajación y bienestar.
Otra opción para iluminar con velas es fabricar en casa farolillos de papel de seda. En este post os contamos lo sencillísimo que es elaborarlos. Además, si tenéis niños seguro que les encantará la idea de poder ayudaros. Dedicad una mañana de fin de semana a desplegar todos los materiales necesarios: papeles de seda de colores, globos, pegamento en barra y tijeras y pasadlo en grande creando con ellos estos bonitos faroles. Para decorarlos también podéis poner entre el papel de seda hojas, semillas o flores secas, el efecto al encenderlos es mágico.
Del mismo modo, ahora que se acerca la Navidad, ¿por qué no comprar algunas velas con motivos navideños o sencillas guirnaldas de luces blancas que puedan dar un toque al rincón de la casa que queráis? En el mercado no sólo encontraréis velas con bonitas formas y colores, también soportes donde introducirlas o presentarlas y evocar la Navidad.
Está claro que cualquier pequeño punto de luz, sobre todo el de las velas, transmite sensaciones positivas, de intimidad, envoltura y sensibilidad. Si vais a recibir en casa, probad a colocar un par de velitas pequeñas en la entrada, veréis la sensación de acogida y calidez que percibirán vuestros invitados y cómo lo apreciarán. Será el mejor comienzo de la velada y les dispondrá a sentirse como en casa.
Igualmente, si queréis hacer una cena especial en pareja o en petit comité, poner una vela en la mesa, sin duda le dará un carácter íntimo y entrañable. En estos casos, es importante que la vela no aporte ningún perfume, ya que podría estropear la degustación de los distintos sabores y aromas de las preparaciones y el vino que vayáis a tomar.
En cualquier merienda que organicéis en casa, una vela que mantiene caliente una tetera con una rica infusión siempre aportará una apariencia reconfortante y cálida al espacio donde vayáis a estar y embellecerá sin duda la puesta en escena que realicéis para esa ocasión.
Por último si tenéis hijos o sobrinos, observaréis que sólo el gesto de bajar la intensidad de la luz y encender una vela, les hará hablar en voz más baja y pausar sus movimientos. Aprovechad ahora, estos días más oscuros que llegan, para leerles un cuento a la luz de una vela, veréis cómo viven ese momento y les predispone de forma natural al sueño.