En verano anhelamos una casa fresca donde deshacernos de esa desidia y desánimo que nos invade cuando hace tanto calor. Sin olvidar que estas temperaturas son propias de la estación, hay formas de conseguir que la casa esté algo más fresca sin necesidad de hacer trabajar a los aparatos de aire acondicionado desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir. Pero, ¿Cómo mantener la casa fresca en verano de forma natural? Te contamos nuestros consejos.
1.- TEJIDOS FRESCOS, CLAROS Y LIVIANOS:
Nuestra casa es como nuestro cuerpo. Con la llegada del calor, nos pide que la vistamos con colores claros, tejidos frescos y livianos, «sombreros» que eviten el sol directo y una buena hidratación.
Si tienes cortinas pesadas o alfombras de lana o de pelo largo, retíralas con los primeros días de calor más intenso.
En The Home Academy ya te hemos contado en alguna ocasión cómo limpiar las cortinas y las alfombras antes de guardarlas y tenerlas listas para el otoño.
La idea es que los suelos estén desnudos y tan sólo dejes en las ventanas visillos de tonos claros.
Sólo con este gesto, tu casa ganará en frescor de una forma sencilla.
2.- VENTILA EN LAS HORAS MÁS FRESCAS:
El mejor momento para ventilar la casa es durante las horas más frescas del día, principalmente al amanecer.
Deja las ventanas abiertas por la noche debidamente cubiertas por mosquiteras o visillos, para evitar la entrada de mosquitos, sobre todo si vives en una casa rodeada de mucha vegetación.
Crea corrientes de aire con las ventanas y las puertas abiertas, teniendo la precaución de poner topes en ellas para evitar que se cierren o golpeen.
En las horas de más calor, deja las ventanas ligeramente abiertas y las persianas, visillos o cortinas cerrados, así evitarás que la claridad y el calor entren.
Baja los toldos exteriores si los tienes, evitarás que entre calor con mucha fuerza.
Si tu casa tiene varias plantas, no olvides que el aire caliente sube y el aire frío baja, por lo que convendrá que tengas fría la de arriba.
Si necesitas el apoyo de ventiladores de aire o combinados con agua y con aparatos de aire acondicionado úsalos en las horas centrales de más calor y de forma sostenible.
3.- SUELOS FRÍOS:
Para seguir refrescando la casa, friega por la mañana con agua fría.
Puedes fregar de esta manera los suelos de terrazas, balcones y de las habitaciones que sean cerámicos, de este modo, lograrás bajar la temperatura.
4.- COCINAR POR LA MAÑANA:
En verano el mejor momento del día para cocinar es a primera hora de la mañana, evitando el fuego y el horno.
Elabora ensaladas de legumbres o patata y cremas frías que podéis conservar en el frigorífico.
Si necesitas cocinar con fuego, haz recetas que puedan tomarse a temperatura ambiente o fría como pistos, tortillas de patata, escabeches (de ave o pescados) o carne asada para servir como fiambre…
Elabora también por la mañana macedonias de frutas, sobre todo de sandía y melón, batidos, postres para tomar fríos como, helados, natillas, flanes o arroz con leche, o polos de zumos naturales que aporten frescor a tomarlos.
5.- ENFRIAR LA CAMA ANTES DE IR A DORMIR:
Utiliza el truco de enfriar la cama envolviendo una botella de agua helada en una toalla o usando la típica bolsa de agua caliente (pero con agua helada con hielo picado).
Ponla en la cama para que vaya enfriando las almohadas y el colchón.