El orden y la limpieza son importantes en una casa, pero ¿y su aroma? Que una casa huela bien no sólo depende de una buena ventilación diaria y del uso de productos de limpieza, también de elegir bien con qué perfumamos nuestro hogar. Da el paso y perfuma la casa con aromas naturales. Te contamos cómo lograrlo en 5 tips.
El aroma de una casa es uno de los aspectos que primero se notan al entrar en ella.
Podría decirse que es una especie de tarjeta de presentación de nuestro hogar y muestra de nuestra personalidad y estilo de vida.
Si te gustan las fragancias que transmiten equilibrio y bienestar y quieres que hablen de ti, te contamos cómo perfumar la casa de una forma agradable, saludable y natural.
1.- Ventila.-
Antes de pensar en el aroma que se adapta mejor a tu hogar, es necesario que la casa esté bien ventilada.
Se trata de una manera sencilla y rítmica de renovar el aire y preparar la casa para perfumarla. De hecho, la ventilación es una parte irrenunciable de cualquier limpieza diaria.
2.- Perfuma lo que no se ve.-
Comienza por lo que no se ve. Pon saquitos de lavanda y jabones naturales dentro de armarios y cajones de ropa. Aportarán maravillosas fragancias a estas zonas de orden de tu hogar.
Además, la flor de lavanda seca actúa como un antipolillas natural muy eficaz.
También puedes poner espliego, palosanto o madera de sándalo.
3.- Usa esencias naturales.-
Elige esencias naturales para perfumar tu hogar. Comprobarás que su olor es más verdadero, sutil y agradable que el de los aromas sintéticos.
Además, te ayudarán a purificar y perfumar el ambiente de forma saludable aportando todas sus propiedades para tu bienestar físico y anímico. Entre las marcas que más nos gustan y que usamos en The Home Academy están doTerra, Pranarom y Herbes del Molí, algunas de ellas provenientes de cultivos ecológicos.
Los aceites esenciales son muy fáciles de utilizar, con un vaporizador en frío o bien con un difusor de barro que puedes calentar con una vela de té. Estos aceites se extraen de semillas, tallos, cortezas, raíces, flores y otras partes de las plantas. Sus excelentes cualidades, además de perfumar un espacio, pueden levantar el ánimo, relajar o despertar emociones y pensamientos positivos.
La variedad de esencias naturales que puedes encontrar en el mercado te permitirá elegir distintos aromas en función de la estación de año. Por ejemplo, el aceite esencial de naranja o de especias, como el clavo o la canela es estupendo en otoño e invierno, ya que revitalizará y aportará energía a la casa en esos días de poca luz. Y en primavera y verano, el aroma a verbena, lima o lavanda aportarán ese frescor necesario en los días más calurosos.
El recibidor es un espacio clave para perfumar, así como los rincones de tu casa donde hagas más vida.
4.- Pon flores frescas de jardín:
Si cuentas con jardín o terraza, cultiva lilas o rosas para perfumar el interior de la casa en época de flor. Además puedes decorar con ellas aquellos rincones de la casa que más te gusten o ambientar el salón si vas a recibir en casa.
Si te gustan las aromáticas, la menta o la hierbabuena serán también una opción estupenda para perfumar la casa de forma instantánea y única.
Para disfrutar de las mejores cualidades de cualquier flor cortada, es importante que las recojáis de vuestro jardín por la mañana, antes de que reciban demasiada luz del sol.
5.- Cocina aromas naturales:
Puedes elaborar en tu cocina aromas a cítricos, especias, o caramelo.
Para hacer aroma a cítricos necesitas dos naranjas o dos limones. Cúbrelos con agua en un cazo y deja cocer a fuego lento media hora, comprobarás que, desde la cocina, tu casa se perfuma sin dificultad.
Para hacer aroma de especias te animamos a hacerlo de canela, clavo y manzana. Para ello, tan sólo tienes que poner a cocer estos ingredientes para que la casa se llene de un agradable olor.
Si te gusta el olor a campo, infusiona en agua hirviendo un ramillete de tomillo y romero durante media hora.
Para recrear olores de la infancia, el aroma a caramelo es muy sencillo de lograr. Para ello, pon en una sartén unos 100 gramos de azúcar, una cucharada sopera de limón y dos de agua y deja que se haga a fuego lento, sin dejar de remover, hasta que el azúcar se caramelice, os recordará a ese flan casero tan hogareño.