Es cierto que para ser organizadora profesional u organizador profesional es muy importante poseer cualidades innatas. Es necesario tener habilidad para ordenar, organizar y ver todas las posibilidades de un espacio. También, tener muy interiorizados todos los beneficios que nos aporta el orden y la buena organización, para poder transmitirlo con autenticidad, así como, por supuesto, fluir y vivir de forma apasionante cada proceso de orden.

En realidad, lo que acabamos de contaros, son las características más comunes y visibles de los organizadores profesionales, y si eres organizadora u organizador profesional, al leer estas palabras seguro que te reconocerás en ello. Sin embargo ¿es suficiente con tener aptitudes para el orden o es necesario poseer además una formación seria y profesional en este ámbito?

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