El otoño nos ofrece una interesante variedad de frutas que podemos conservar para tomar en invierno. Si tenéis tiempo de dar un paseo por un bosque cercano, aún encontraréis una deliciosa variedad de frutos silvestres para elaborar confituras, mermeladas o jaleas caseras. Si no, seguro que podéis adquirir fruta ecológica o de proximidad, de buena calidad y que estará en su punto. En este post os hablamos de los distintos tipos de conservas que podéis hacer en casa de forma sencilla. Como siempre, una cocina saludable.
Si os gusta cocinar, os recomendamos que dediquéis una mañana o una tarde a elaborar en la cocina vuestras conservas dulces. Preparad los tarros de cristal que hayáis ido guardando, las etiquetas, una cacerola, una cuchara de madera, un pasapuré y los ingredientes de las conservas que vayáis a cocinar.
Los diferentes tipos de conservas que podéis elaborar son:
CONFITURAS. Las conseguís a partir de un almíbar y añadiendo frutas troceadas con una proporción de azúcar entre el 65 y el 100%
MERMELADAS. Las podéis preparar cocinando la fruta con el azúcar hasta conseguir un puré, con una proporción de azúcar del 45 al 100%
JALEAS. Se elaboran a partir del zumo de las frutas. Se necesitan frutas ácidas y con abundante pectina para obtener ese aspecto gelatinoso, si no, también lo podéis conseguir añadiendo alga agar-agar.
ARROPES. Se elaboran con zumo de uva y se hace una reducción hasta obtener la densidad adecuada. En algunos casos se añaden frutas y miel.
CHUTNEYS. Estas preparaciones de origen indio, cuyo nombre significa “chuparse los dedos”, se elaboran con frutas frescas o secas, especias, vinagre y azúcar.
La forma más sencilla de conservar estas recetas al vacío es rellenar los tarros, perfectamente limpios y secos, con la conserva aún muy caliente. A continuación se tapan y se ponen boca abajo hasta que se enfríen totalmente.
¿Os atrevéis con un chutney de ciruela? Para ello necesitáis como ingredientes: 1kg de ciruelas, 1 manzana, 1 cebolla, 400 ml de vinagre, 300 gr de azúcar, 1 cucharadita de jengibre fresco rallado, 2 dientes de ajos, media cucharadita de nuez moscada rallada, media cucharadita de cúrcuma, media cucharadita de sal y aceite de oliva virgen extra.
Para elaborarlo, tenéis que pelar las ciruelas y eliminar el hueso, pelar y trocear la manzana y picar la cebolla y los ajos finamente. Después, sofreír en un fondo de aceite la cebolla y los ajos. Disolver el azúcar en el vinagre, mezclar con las frutas y las especias y ponerlo todo a fuego vivo 3 minutos. Pasado este tiempo, sólo queda bajar el fuego y dejar que se cocine durante 1 hora hasta que se haya evaporado el líquido y esté espeso. Por último, se rellenan los botes esterilizados. Os recomendamos consumirlo a partir de un mes, cuando todos los sabores hayan entrado en armonía. Ya nos contaréis qué tal la experiencia.