Los productos y útiles de limpieza son esenciales en el cuidado de nuestras casas. Gracias a ellos conseguimos baños relucientes, suelos brillantes y ventanas cristalinas, así que ¿por qué no cuidarlos adecuadamente para que sigan contribuyendo al bienestar que nos proporciona un hogar limpio y recogido? Para tener la casa limpia no es necesario acumular demasiados productos y utensilios de limpieza. En alguna ocasión os hemos hablado de que es posible simplificar los productos de limpieza sin restar eficacia. De hecho, con un limpiador multiusos, un jabón neutro, vinagre de limpieza y bicarbonato es más que suficiente para atender las necesidades de limpieza de nuestro hogar. En cuanto a los útiles, los básicos son un par de fregonas, un cubo, una escoba y un recogedor, bayetas de distintos colores, un plumero y, si consideráis que lo necesitáis, un aspirador. Pero tan importante es contar con los útiles adecuados como almacenarlos limpios y en perfecto estado para acometer las limpiezas de nuestra casa con los mejores resultados. Os contamos cómo cuidar de estos utensilios para que les podamos sacar el mayor partido.
1.- Un espacio de almacenaje: Es bueno que destinéis un lugar para almacenar de forma ordenada vuestros útiles de limpieza. Puede ser un armario situado en algún lugar de la casa o de la terraza si contáis con ella. La organización ideal de un armario de la limpieza es situar en las baldas de arriba los trapos y bayetas, así como las bolsas de recambio de la aspiradora y de basura. También se pueden guardar en estas baldas los productos de limpieza. En este sentido, os sugerimos reunir en un pequeño cubo sólo los útiles de limpieza del baño (guantes, bayetas y trapos) para no mezclarlos con otros útiles del resto de la casa. Debajo de estas baldas podéis colgar las escobas y fregonas con las cabezas hacia arriba entre dos clavijas y en la parte de abajo, poned el cubo, el recogedor y la aspiradora.
2.- La limpieza de la aspiradora: Cada vez que uséis la aspiradora hay que volver a dejarla lista para el siguiente uso. Para ello, quitad la pelusa, hilos y otra suciedad que se haya pegado a los cepillos. Si la aspiradora tiene bolsa, es conveniente que la vaciéis antes de que se llene demasiado. También es bueno cambiar los filtros regularmente, cada seis meses más o menos, y reemplazar los cepillos gastados para que sigan aspirando correctamente.
3.- Fregonas y cepillos siempre a punto: Cuando terminéis de fregar el suelo, nunca dejéis la fregona dentro del cubo con el agua sucia, pues el tejido de la fregona se deteriorará muy rápido y adquirirá mal olor. Escurrid bien la fregona y vaciad el cubo aclarando éste a su vez para que quede lo más limpio posible de cara al siguiente uso. En cuanto a los cepillos y escobas, una vez utilizados, quitad la suciedad que se haya adherido al barrer. Recordaros también, que los cepillos es mejor colgarlos que dejarlos apoyados en el suelo, ya que de este modo preservaréis las cerdas en mejor estado durante más tiempo.
4.- Bayetas como el primer día: Una vez que hayáis usado las bayetas y los trapos de limpieza, es conveniente lavarlas, para ello, aplicad un poco de jabón natural tipo Marsella o Lagarto, frotad suavemente, aclarad bien con agua limpia y dejad secar estiradas, quedarán como nuevas.
5.- Mantener limpio el espacio de almacenamiento de los útiles de limpieza: De vez en cuando repasad vuestro armario o zona de la limpieza. Es normal que algún producto se derrame en algún momento o con las prisas algún utensilio no haya quedado suficientemente limpio. Os animamos a tener este espacio limpio y organizado, esto os motivará y dará buena energía para acometer las limpiezas en casa.