El orden y la limpieza son importantes en una casa, pero ¿y su aroma? Que una casa huela bien no sólo depende de una buena ventilación diaria y del uso de productos de limpieza, que en la medida de lo posible tengan una composición natural, también de elegir bien con qué perfumamos nuestro hogar.
Como sabéis, el aroma de una casa es uno de los aspectos que primero se notan al entrar en ella, es parte de su tarjeta de presentación y muestra la personalidad y el estilo de vida de los dueños de ese hogar. Si os gustan las fragancias que transmiten equilibrio y bienestar y queréis que ellas hablen de vosotros, os contamos cómo perfumar la casa de una forma agradable, saludable y natural.
Como os contábamos al principio, antes de pensar en el aroma que se adaptará mejor a vuestro hogar, es necesario que la casa esté bien ventilada. Esta es una manera sencilla y rítmica de renovar el aire y preparar la casa para perfumarla.
Perfumar armarios y cajones:
Para perfumar vuestra casa podéis empezar por lo que no se ve. No dudéis en poner en vuestros armarios y cajones de ropa saquitos de lavanda y jabones naturales, aportarán maravillosas fragancias a estas zonas de orden de vuestro hogar. Además, la flor de lavanda actúa com un antipolillas natural muy eficaz.
Aromas naturales en el recibidor y en otros rincones de la casa:
Nuestra recomendación es que uséis aromas elaborados a partir de esencias naturales. Comprobaréis que su olor es más verdadero, sutil y agradable que el de los aromas sintéticos. Además, os ayudarán a purificar y perfumar el ambiente de forma saludable aportándoos todas sus propiedades para vuestro bienestar físico y anímico. Entre las marcas que más nos gustan y que usamos en The Home Academy están doTerra, Pranarom y Herbes del Molí, algunas de ellas provenientes de cultivos ecológicos.
Los aceites esenciales son muy fáciles de utilizar, con un vaporizador en frío o bien con un difusor de barro que podéis calentar con una vela de té. Estos aceites se extraen de semillas, tallos, cortezas, raíces, flores y otras partes de las plantas. Sus excelentes cualidades, además de perfumar un espacio, pueden levantar el ánimo, relajar o despertar emociones y pensamientos positivos.
La variedad de esencias naturales que podéis encontrar en el mercado os permitirá elegir distintos aromas en función de la estación de año. Por ejemplo, el aceite esencial de naranja o de especias, como el clavo o la canela es estupendo en otoño e invierno, ya que revitalizará y aportará energía a la casa en esos días de poca luz. Y en primavera y verano, el aroma a verbena, lima o lavanda aportarán ese frescor necesario en los días más calurosos.
Perfumar la casa con flores frescas:
Si contáis con jardín o terraza, cultivar lilas o rosas será una opción maravillosa para luego poder perfumar el interior de la casa con ellas en época de flor. Además podéis decorar con ellas aquellos rincones de la casa que más os gusten o ambientar el salón si vais a recibir en casa. Si os gustan las aromáticas, la menta o la hierbabuena serán también una opción estupenda para perfumar la casa de forma instantánea y única. Para disfrutar de las mejores cualidades de cualquier flor cortada, es importante que las recojáis de vuestro jardín por la mañana, antes de que reciban demasiada luz del sol.
Elaborar aromas naturales en la cocina:
También, de forma sencilla podéis conseguir elaborar en vuestra cocina aromas a cítricos, especias, o caramelo. Para hacer aroma a cítricos necesitaréis dos naranjas o dos limones que tendréis que cubrir de agua en un cazo y dejar cocer a fuego lento media hora, comprobaréis que, desde la cocina, vuestra casa de perfuma sin dificultad.
Para hacer aroma de especias os animamos a hacerlo de canela, clavo y manzana. Para ello, tan sólo tenéis que poner a cocer estos ingredientes para que la casa se llene de un agradable olor. Si os gusta el olor a campo, podéis infusionar en agua hirviendo un ramillete de tomillo y romero durante media hora. Si sois de olores de la infancia, el aroma a caramelo es muy sencillo de lograr. Para ello, poned en una sartén unos cien gramos de azúcar, una cucharada sopera de limón y dos de agua y dejad que se haga a fuego lento, sin dejar de remover, hasta que el azúcar se caramelice, os recordará a ese flan casero tan de hogar.